En principio, pareciese una obviedad, pero es imprescindible guardar la calma luego de un accidente de tráfico. Los abogados de accidentes de tráfico lo recomiendan, incluso, como un primer paso para no cometer errores como, por ejemplo, escapar del lugar del siniestro.
Lo que primero debemos hacer luego de un accidente de tráfico
Guardada la compostura, en primer lugar, es necesario llamar a las autoridades competentes, esto es, a los representantes de la Dirección General de Tráfico, a fin de que recauden las pruebas necesarias sobre absolutamente todos los pormenores del siniestro.
Si hay heridos, la mejor de las opciones, por simples razones de índole moral, es llamar una ambulancia de inmediato. Es más: si consideramos y somos conscientes de que la culpa fue nuestra, esta es la mejor medida, para evitar eventuales fallecimientos, que podrían empeorar nuestra situación desde los puntos de vista Penal y Civil.
Inmediatamente, será preciso ponernos en contacto con la aseguradora, si es que hemos contratado una póliza con una compañía de seguros, a fin de que sus abogados de accidentes de tráfico acudan al lugar de los hechos.
Esta es una precaución supremamente importante, en vista de que es posible que “la contraparte” llegue a manipular las pruebas, como es el caso del famoso cambio de conductores, cuando el que, realmente, iba al volante, se encontraba en estado de embriaguez.
Otra manipulación que debemos evitar, es el hecho de que la contraparte pretenda cambiar de lugar su vehículo, respecto de la ubicación final en que quedó inmediatamente después del siniestro.
Otras funciones de los abogados de accidentes de tráfico
Si el vehículo no cuenta con una póliza, debemos llamar al abogado de confianza, a fin de que nos oriente respecto de la actitud y los pasos a seguir luego del siniestro.
En caso de que las autoridades consideren necesario someterlo a una prueba de detección alcohólica, la mejor alternativa es no oponerse, dado que este tipo de actitudes pueden empeorar una posible responsabilidad civil y/o penal.
Enhorabuena, si podemos tomar fotos casi que al instante, luego del siniestro. Si bien es cierto que las autoridades competentes lo harán muy seguramente, también es verdad que, las mejores pruebas, son las que se recaudan minutos después de la colisión.
Si el abogado, sea de la aseguradora o el de nuestra confianza, es quien toma las fotos, mucho mejor será, puesto que él sabrá mejor qué elementos específicos y generales deben ser fotografiados.
Los testigos presenciales del siniestro, sean ocupantes de los vehículos involucrados o, simplemente, personas que se encontraban al frente del lugar de los hechos, son “ingredientes” fundamentales para probar las circunstancias del accidente de tráfico.
No debemos, en medio de la angustia y/o el desespero, intentar manipularlos porque, lo que lograremos muy posiblemente, es ganarnos su animadversión, lo que sería perjudicial durante eventuales procesos civiles y/o penales.
Dejemos que sean los abogados de accidentes de tráfico, que han acudido a lugar del siniestro para asesorarnos, quienes tomen los datos de localización de los testigos, para efectos de futuras citaciones ante juzgados y tribunales.